«Intimo, ¡oh, Dios mío!»
Los que adoran el terciopelo lo saben: una densidad generosa y una bella altura de pelo le confieren su belleza. Así se distinguen estos terciopelos mate o con trama, terriblemente suaves, irradiantes, y que en la intimidad nos invitan a la confidencia. Para ir aún más lejos: ¡son a prueba de fuego!